Gracias a la llegada de los caballos a nuestro continente, dio pie a una de las tradiciones ecuestres más grandes que se conservan hasta el día de hoy.
Se puede entender que charro según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) lo define como “jinete o caballista que viste traje especial compuesto de chaqueta corta, camisa blanca y sombrero de ala ancha y alta copa cónica, con pantalón ajustado para los hombres y falda larga para las mujeres.”
La charrería es un arte, cultura e historia porque es una tradición mexicana que se ha conservado a través de los tiempos, además, de estar relacionado hacia México por el traje y sombrero charro. Sin embargo, el ser charro, no es solo tener un buen traje y un sombrero para lucir, es todo un arte que se tiene que aprender y perfeccionar.
Para poder ser un buen charro se debe tener habilidad y valentía para poder domar caballos, toros y vaquillas para poder llevar a cabo las conocidas como “suertes”. No obstante, no es lo único necesario, ya que se debe de perfeccionar la habilidad de imponerse con delicadeza, tal y como lo hacen las escaramuzas.
Los caballos llegaron gracias al periodo de la conquista, en donde Diego de Velázquez y Hernán Cortés mandaron traer 16 caballos, así, convirtiéndose en un animal de suma importancia en México. Pero no queda ahí, ya que su verdadero origen se centra en la ganadería ya que con el paso del tiempo y el crecimiento económico que se vivía en haciendas, minas y ranchos, se necesitaban implementar nuevas técnicas para poder mantener el control del ganado.
El arte de lazar tuvo origen gracias a una orden el mismo Hernán Cortés, esto porque con el paso del tiempo brindó caballos a las personas que se dedicaban al campo a la crianza de animales, solicitó que se les herrara (poner una marca al ganado de la hacienda o rancho al que pertenecían) esto con fines de poder identificar qué espécimen pertenecía a quien. Para llevar a cabo esta práctica y poder curar al animal, era necesario lazarlo y derribarlo para poder llevar a cabo esta tarea, es así como derivado de estas tareas se dio origen a la charrería ya que a las personas que adquirían habilidades de control de los caballos se les denominaba como “chinacos”.
Después de la revolución mexicana se creía que sería el fin de la charrería ya que las haciendas en dónde se practicaban iban desapareciendo, pero en 1920 Silvano Barba, Inés Ramírez y Andrés Zemeño, fundaron la primera agrupación mexicana de charrería la cual estaría ubicada en Guadalajara, bajo el nombre de “Charros de Jalisco”. Fue así, que muchos más se unieron fundando diversos lugares de charrería y dando lugar a crear el acuerdo de “lienzos charros” los cuales serían recintos especializados para dar continuidad a esta bella tradición.
Pese a que en México la charrería es un arte permeado por hombres, no significa que las mujeres no participen. Un claro ejemplo de ellas son las escaramuzas, cuya participación cada vez es mayor teniendo incluso participación en eventos como Campeonato Charro Millonario Tequila Hacienda Vieja, el cual es celebrado por el Lienzo Charro Rancho Santa María en Jalisco, teniendo por nombre su sección “Caladero Femenil” en donde vemos a las escaramuzas llevar acabo sus prácticas sobre sus distintos equinos.
Pero los niños no se quedan atrás, ya que muchos pequeñines han adoptado el amor por este arte, sin embargo, para ellos se toman mayores precauciones para mantener su seguridad todo el tiempo, un ejemplo de esto es que ellos solo pueden lazar al ganado, pero no pueden derribarlo porque implicaría un riesgo para la integridad del infante. Sin embargo, todo el arte de domar y montar un caballo es enseñado a los pequeñitos para fomentar el amor por el arte y la naturaleza.
Es por todo lo anteriormente mencionado que la charrería de México fue reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial por parte de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en 2016.
Además de recibir el certificado de deporte nacional el 14 de Septiembre de 2017 por parte de la misma organización, siendo este un regalo ideal en el celebrado día del charro.